Razones para escribir este Blog

Días atrás, encontrándome en casa de una de mis hermanas mayores, mi sobrina menor, estudiante de psicología y temas básicos relacionados, me dijo: "Si hay algo que no entiendo es como pudiste ser peronista dada tu forma de pensar, que cosas fueron las que te motivaron para creer en un movimiento basado en el fascismo..."
"No teníamos nada que ver con el fascismo", conteste casi indignada.
Y le empece a contar..., ahí me di cuenta que la generación del 80, no tiene la menor idea del mundo en el que vivimos la del 50.
Hice este Blog para mis sobrinos e hijos, sus amigos, para que sepan que sentimos los jóvenes idealistas de mi generación, que en el mejor de los casos terminamos exiliados, los que tuvieron menos suerte están desaparecidos.

viernes, 25 de junio de 2010

Esto es capitalismo: Niños fumigados y camioneros muertos

Esto es capitalismo: Niños fumigados y camioneros muertos

Jueves, 27 de Mayo de 2010 12:53 inSurGente.org Salud - Salud

Altares y camiones 
Por Carlos del Frade    

(Agencia Pelota de Trapo).- La mayor cantidad de divisas que entran al país son las originadas por la exportación de la soja y sus derivados. El gran problema que la mayoría de ese dinero queda en un puñado de multinacionales. Un modelo de desarrollo impuesto desde afuera y que poco tiene que ver con las necesidades internas. Tanto es así que la imagen de la pampa en la que pastorean las vacas o las ovejas ya forman de un pasado melancólico. De allí que muchos eligen las islas del delta del Paraná para inventar una nueva pampa arrasando mediante el fuego la vegetación originaria. La industrialización de la soja avanza y se lleva puesta la vieja llanura y la biodiversidad que alguna vez caracterizara a la Argentina.
Pero no solamente se lleva puesta la naturaleza sino también la vida de los trabajadores.
Alguna vez desde estas columnas se comentó el efecto de los plaguicidas sobre los chicos banderas, aquellos pibes que usaban sus cuerpos como señaladores para que los aviones rociaran el campo con productos químicos altamente tóxicos. Vidas rematadas por centavos en el altar del dios de la rentabilidad sojera.
Ahora también aparecen otros cuerpos estragados.
Los cuerpos de los camioneros, los que supuestamente están defendidos por el gremio más poderoso del país, corazón de la vieja CGT.
Pero no hay palabras de los líderes obreros tradicionales y muy afines al gobierno con respecto a los camioneros que mueren por efecto de las intoxicaciones luego de usar al propio vehículo como silo andante.
Las noticias aparecen en las secciones policiales de la provincia de Santa Fe, en cuya geografía están asentadas las compañías internacionales.
Dice la información que "un camionero que transportaba soja murió (en estos días), y una cantidad no precisada de estos trabajadores habría fallecido en los últimos años por intoxicación con pesticidas, según denuncias de la Federación de Transportadores Rurales Argentinos y de entidades ambientalistas. Las muertes se habrían producido porque, para abaratar costos, en vez de bajar la carga para fumigarla, se aplica el tóxico en el interior del camión. La Federación responsabiliza a las firmas exportadoras, entre ellas Cargill, Louis Dreyfus, Bunge & Born, ADM, Nidera, Toepfer y Terminal 6. El representante de una entidad ambientalista agregó que el procedimiento de echar el tóxico adentro del camión es de uso generalizado en puertos de exportación, incluso en Quequén y Bahía Blanca", sostienen los medios de comunicación regionales.
La vida de los camioneros no vale nada para las multinacionales.
Para ellas lo único de valor es la soja y sus derivados.
Cargill, por ejemplo, facturó durante 2008, 19.700 millones de pesos, es decir, 38 mil pesos cada sesenta segundos. Bunge, más de 18 mil pesos por minuto. Dreyfus, también. Aceitera General Deheza, más de 16 mil pesos facturados cada sesenta segundos. Nidera, más de diez mil pesos por minuto. Toepfer, más de seis mil pesos cada sesenta segundos y Noble, más de 5.600 pesos por minuto.
Ese es el valor ante el cual la vida de un camionero no vale nada.
En el altar de la soja son inmolados los viejos campos ubérrimos y las vidas de los trabajadores, chicos y grandes.
Todo sea por la balanza de pagos, la seguridad jurídica, la inserción argentina en el mundo, las inversiones y demás mentiras que solamente garantizan la impunidad del dinero. Del otro lado, la vida de las mayorías que -como siempre- esperan una nueva oportunidad de respeto en estos arrabales del mundo.

Fuente de datos:
Diario Página12  13-05-10

CHICOS ROCIADOS CON PESTICIDAS TRABAJAN COMO BANDERAS HUMANAS.
Por El Equipo de Siendo Humanos: www.siendo-humanos.blogspot.com
Norte de la provincia de Santa Fe
El viejo territorio de La Forestal, la empresa inglesa que arrasó con el quebracho colorado, embolsó millones de libras esterlinas en ganancias, convirtió bosques en desiertos, abandonó decenas de pueblos en el agujero negro de la desocupación y gozó de la complicidad de administraciones nacionales, provinciales y regionales durante más de ochenta años. Las Petacas se llama el exacto escenario del segundo estado argentino donde los pibes son usados como señales para fumigar. Chicos que serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros.
"Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se llama 'esquinero'. Después, hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último lugar donde pasó el 'mosquito' (El 'mosquito' es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida) , desde el punto del medio de la máquina y pararse allí", dice uno de los pibes entre los catorce y dieciséis años de edad.
El "mosquito" es una máquina que vuela bajo y "riega" una nube de plaguicida. Para que el conductor sepa dónde tiene que fumigar, los productores agropecuarios de la zona encontraron una solución económica: chicos de menos de 16 años, se paran con una bandera en el sitio a fumigar. Los rocían con "Randap" y a veces "2-4 D" (herbicidas usados sobre todo para cultivar soja). También tiran insecticidas y matayuyos. Tienen un olor fuertísimo.
"A veces también ayudamos a cargar el tanque. Cuando hay viento en contra nos da la nube y nos moja toda la cara", describe el niño señal, el pibe que será contaminado, el número que apenas alguien tendrá en cuenta para un módico presupuesto de inversiones en el norte santafesino. No hay protección de ningún tipo. Y cuando señalan el campo para que pase el mosquito cobran entre veinte y veinticinco centavos la hectárea y cincuenta centavos cuando el plaguicida se esparce desde un tractor que "va más lerdo", dice uno de los chicos.
"Con el 'mosquito' hacen 100 o 150 hectáreas por día. Se trabaja con dos banderilleros, uno para la ida y otro para la vuelta. Trabajamos desde que sale el sol hasta la nochecita. A veces nos dan de comer ahí y otras nos traen a casa, depende del productor", agregan los entrevistados.
Uno de los chicos dice que sabe que esos líquidos le puede hacer mal: "Que tengamos cáncer", ejemplifica. "Hace tres o cuatro años que trabajamos en esto. En los tiempos de calor hay que aguantárselo al rayo del sol y encima el olor de ese líquido te revienta la cabeza".
A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza", dicen las voces de los pibes envenenados.
"Nos buscan dos productores. Cada uno tiene su gente, pero algunos no porque usan banderillero satelital. Hacemos un descanso al mediodía y caminamos 200 hectáreas por día. No nos cansamos mucho porque estamos acostumbrados. A mí me dolía la cabeza y temblaba todo. Fui al médico y me dijo que era por el trabajo que hacía, que estaba enfermo por eso", remarcan los niños.
El padre de los pibes ya no puede acompañar a sus hijos. No soporta más las hinchazones del estómago, contó. "No tenemos otra opción. Necesitamos hacer cualquier trabajo", dice el papá cuando intenta explicar por qué sus hijos se exponen a semejante asesinato en etapas.
La Agrupación de Vecinos Autoconvocados de Las Petacas y la Fundación para la Defensa del Ambiente habían emplazado al presidente comunal Miguel Ángel Battistelli para que elabore un programa de erradicación de actividades contaminantes relacionadas con las explotaciones agropecuarias y el uso de agroquímicos. No hubo avances. Los pibes siguen de banderas. Es en Las Petacas, norte "profundo" santafesino, donde todavía siguen vivas las garras de los continuadores de La Forestal.
Fuentes: Diario La Capital, Rosario, Argentina, Fundación Proteger, Fundación Encuentro Nacional
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Jamás debemos olvidar que el alma no es espástica ni down, ni tampoco tiene parálisis cerebral o idiocia. El alma de cada uno, elige antes de nacer, la tarea que venimos a realizar en este mundo; sabiendo que a mayor limitación, mayor será la capacidad de servir al Amor Universal, porque menor será el egocentrismo y en algunos casos, el mismo es inexistente. Si no excluyes, sino que incluyes con el corazón abierto y el alma despierta, estarás aprendiendo a cada instante a indiscriminar y entonces..., podrás sentir como premio bajo tu piel, la de toda la Humanidad. n.h.a.

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